La reforma de la seguridad social impulsada por el gobierno cuenta ya con media sanción en la Cámara Alta. Y si bien su aprobación parecía cosa hecha, los reparos de Cabildo Abierto han generado incertidumbre al respecto.

En las últimas horas, el noticiero Telemundo divulgó una encuesta llevada a cabo por la consultora Cifra, en la que se indagó el parecer de los uruguayos acerca de la nueva norma que implica, entre otras cosas, una modificación en la edad mínima para acceder a la jubilación.

De la consulta se desprende que la gran mayoría de los uruguayos tiene una opinión formada sobre la reforma y más de la mitad está en desacuerdo. En concreto, solamente el 27% manifiesta conformidad con el proyecto y casi un quinto no opina. Al comparar el sondeo actual con otros anteriores, se constata que desde julio del año pasado aumentó cinco puntos porcentuales la opinión contraria a la reforma y se redujo tres puntos el apoyo.

La edad de los encuestados es relevante a la hora de analizar sus posturas, a pesar de que todos los grupos etarios coinciden en contar con una mayoría en rechazo.

El mayor porcentaje de personas en contra se registra entre las personas en el pico de la edad activa (los de 30 a 44 años) y las que se acercan a la edad de jubilarse (los de 45 a 59 años). En cuanto al nivel económico de los encuestados, hay mayor rechazo ente los sectores de menores ingresos y un mayor apoyo relativo entre los ciudadanos de ingresos altos.

Hay más diferencia en las posiciones según nivel de ingresos: quienes están más en contra son los sectores de ingresos bajos, y donde se registra relativamente más apoyo es en el grupo de ingresos más altos.

Si la información se filtra por simpatías políticas, un 45% de los votantes de la coalición de gobierno manifiestan apoyo y un 31% se decanta por la negativa, mientras que cerca de un cuarto de los encuestados prefiere no opinar. Por el contrario, entre los votantes del Frente Amplio la negativa llega al 80%. Tales números denotan una estabilidad entre filas oficialistas y un aumento del 14% por la negativa entre los sectores de izquierda.

Las reformas de la seguridad social no son un expediente sencillo para ningún gobierno. Buena prueba de ello es lo ocurrido en los últimos días en Francia, donde el gobierno optó por vehiculizar mediante decreto una reforma rechazada por dos tercios de la población. Esa situación tuvo un efecto acelerante en una ola de disturbios que llevaba semanas en marcha.

 

 

Fuente: Montevideo Portal